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¿Cuál es la alimentación del futuro?: Parte 1

1. ¿Cuál es la alimentación del futuro?

La alimentación del futuro tiene que ser responsable, sostenible y con conciencia.

Esto significa que tenemos que hacer un cambio dirigido a restablecer el equilibrio entre el ser humano y la naturaleza que nos rodea, esto pasa por atender:

  • Necesidades de la Madre Tierra: Respeto por los recursos naturales del planeta, ya que son limitados.
  • Nuestras propias necesidades: Querernos a nosotros mismos con respeto y amor.

1.1. ¿Qué significa? Respetar los recursos naturales de nuestra Madre Tierra.

Nuestra Madre Tierra nos regala abundancia, con generosidad y belleza, pero a cambio nos pide que la cuidemos, que dejemos de explotarla, que cuidemos sus recursos, que no la contaminemos más.

¿Cómo podríamos ayudar a la madre tierra con un cambio en nuestra alimentación?

El consumo de carne animal agrava los problemas ambientales del planeta, como la deforestación, escasez de agua potable, contaminación atmosférica y la extensión de enfermedades.

Algunos datos relevantes a este respecto, que nos pueden hacer darnos cuenta de la importancia hacia una alimentación de origen vegetal, reduciendo los alimentos de origen animal pueden ser:

  • En los países desarrollados se llegan a consumir 120 Kg de carne por persona y año, una cantidad muy superior a la recomendada por la OMS. Este exceso genera la acumulación de grasas saturadas en el organismo y la propensión a padecer las típicas enfermedades de la civilización: sobrepeso, exceso de colesterol, infartos, etc.
  • El consumo excesivo de carne no solo afecta de manera negativa a la salud humana, sino que también contribuye a la destrucción de la naturaleza y al aumento del hambre en el tercer mundo.
    • El 20% de la población mundial está usando el 80% de los recursos del planeta.
    • Más del 50% de las personas en países desarrollados sufre sobrepeso, mientras casi 900 millones de personas pasan hambre.
    • El hambre es la primera causa de muerte en el mundo, 1 de cada 4 niños en el mundo sufre desnutrición.
    • Para la obtención de 1 Kg de proteína animal, se necesitan entre 7-15 Kg de cereal, 15.000 litros de agua y exige un gasto de energía 20 veces superior que el equivalente a la proteína de origen vegetal.
  • El 80 % del terreno cultivable en el planeta está destinado a la ganadería, y no a la obtención de alimentos de primera necesidad y consumo directo.
  • Ciertos estudios afirman que, si se redujera la producción de carne sólo en un 10%, quedaría suficiente grano para alimentar a más de 60 millones más de personas.
  • Generación desproporcionada de residuos en la ganadería.

1.2. ¿Qué significa? Respetar Nuestras propias necesidades: Querernos a nosotros mismos con respeto y amor.

Una buena manera de hacerlo es a través de la comida. “La relación que tenemos con la comida, es la relación que tenemos con nosotros mismos”.

  • Una forma de vida que nos conecte más con las necesidades de la madre tierra.
  • Alimentación sencilla, coherente, basada principalmente en alimentos de origen vegetal.
  • Cambio de lo animal à vegetal, “ser nosotros el cambio que queramos ver en el mundo”.

La alimentación saludable pasa inevitablemente por utilizar los fogones y utilizar parte de nuestro tiempo en la cocina. Pero una organización adecuada, nos facilita mucho la vida en este sentido.

Dedicar un poco de tiempo diario a cocinar, es un regalo de respeto y merecimiento a nuestro cuerpo y a nosotros mismos como personas, es una forma de “querernos un poco más”.

Einstein decía: “Nada beneficiaría más a la salud humana que la evolución a una dieta vegetariana”.

2. ¿En qué consiste la alimentación saludable?

Una alimentación saludable es muy fácil, requiere una vuelta a lo natural, es probablemente la alimentación que nos hacían nuestras abuelas (mi abuela sabía más de nutrición que yo), y tiene que estar basada en:

  • Alimentos sostenibles, locales, estacionales (qué necesidad tenemos de tomar tomates de invernadero en invierno, cuando realmente los tomates son frutos de verano).
  • Alimentos ecológicos y libres de tóxicos (pesticidas, metales pesados).
  • Alimentos naturales, sin procesar, ni manipular.
  • Dar la espalda a los alimentos procesados de la industria alimentaria, que están llenos de aditivos, exceso de sal, grasas saturadas, etc. “Alimentarse no es lo mismo que nutrirse”
  • Adaptar las poblaciones a los alimentos de cada zona (qué necesidad tenemos de usar aceite de coco en España cuando tenemos un aceite de oliva virgen extra maravilloso, o consumir papayas que llegan de la otra parte del planeta, donde los climas son totalmente diferentes).