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La diabetes: problemas con el azúcar y el disfrute de la vida

Este mundo se ha vuelto loco, inmersos en la vorágine de nuestra vida, se nos olvida lo principal, vivir. Permanecer en un estrés constante, como una rata girando en la rueda si parar y luego andar por ahí comiendo cualquier cosa, no puede ser nada bueno para la salud.

Las personas están cansadas, estresadas y ¡adictas por el dulce! ¿Por qué será que cuando llegamos a casa por la noche, devoramos las galletas de chocolate que tenemos en cualquier rincón del armario para calmarnos la ansiedad de forma inmediata?

Pagamos la ansiedad de nuestras vidas con la ansiedad por la comida, principalmente por los alimentos azucarados.

El sabor dulce nos reconforta, nos da calma y serenidad emocional, aunque el cuerpo físico no esté muy de acuerdo. Si no salimos de este círculo, estamos poniendo los cimientos para una diabetes en el futuro. Lógicamente, no todas las personas con estos síntomas la van a desarrollar, pero las personas que ya tengan cierta tendencia genética, ya se pueden empezar a plantear un cambio en sus vidas, porque probablemente la diabetes aparecerá cuando menos se lo esperen.

Nuestra genética no es lo importante, es lo que hacemos con nuestros hábitos de vida lo que hace que esa genética se manifieste de una manera o de otra. Sin embargo, cargamos toda la responsabilidad en la genética como si nosotros no pudiéramos hacer nada. Somos responsables de nuestra vida, y por supuesto, de los hábitos que tenemos.

Si somos lo que comemos, cuando cambiamos lo que comemos, también cambiamos lo que somos.

La diabetes es una enfermedad ignorada totalmente como si no tuviera solución, tomamos la pastilla, nos pinchamos insulina y no nos cuestionamos nada más.

Y de repente, ¡llegó la pandemia!

Ahora que tendríamos que cuidarnos más que nunca, en especial las personas que sufren diabetes, tenemos miedo y ¡no nos cuidamos nada! El mundo al revés.

En la actualidad, alrededor de 463 millones de adultos de entre 20 y 79 años tienen diabetes. Esto representa el 9,3% de la población mundial. Esto sí que es una verdadera pandemia, y a nadie parece importarle.

Estudios científicos demuestran que un 30% de las personas contagiadas de Covid-19 son diabéticos y tienen 3 veces más riesgo de morir que el resto.

La glucosa elevada en sangre, puede inhibir el sistema inmunitario hasta un 30%. Esto es como empezar una guerra, teniendo a 1/3 de mis soldados durmiendo la mona.

Y si sabemos esto, ¿por qué no hacemos nada?

¿Y si la diabetes tuviera solución y se pudiera revertir?

La diabetes es reversible en muchos casos y en mí misma, por ejemplo, lo he podido comprobar. Fui diabética gestante en mis dos embarazos y a mis 40 años, ya era diabética diagnosticada, y según la medicina, ya tendría que estar tomando pastillas desde hace años.

De nosotros depende iniciar el camino para revertir la diabetes, y para ello tendremos que hacer dos cosas. Aprender qué alimentos tomar y retirar los que nos hacen daño, e ir cambiando poco a poco, ciertas cosas en la vida que nos tensan y agobian, y que nos hacen estar siempre adict@s a los dulces y alimentos nada saludables.

Al iniciar este viaje, firmas el compromiso contig@ mism@ de empezar a cuidarte y ser lo más importante de tu vida.

¡Enhorabuena! La cura de tu diabetes ya ha empezado.