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Para cuidarme ¿Por dónde puedo empezar?

Es de todos conocido el famoso dicho que dice “No es más limpio el que más limpia, sino el que menos ensucia”, pues podemos empezar por aquí.

Realmente cuidarse es fácil. Nuestro organismo realmente necesita muy poco, y además ante cualquier cambio, el cuerpo es muy agradecido. Para empezar a cuidarnos basta con quitar lo que nos “ensucia”, así el cuerpo no tiene que hacer tanto esfuerzo para limpiar y tiene más tiempo para reparar.

También tendremos más energía disponible, que la podremos utilizar para otras cosas, por ejemplo, hacer un poco de ejercicio semanal. No es necesario correr una maratón cada día, ni mucho menos, pero empezar por caminar 30 minutos 3-4 veces por semana nos puede ayudar a movilizar las grasas y toxinas del cuerpo. Pero el efecto más sorprendente que tiene caminar, es que nos mejora mucho el estado de ánimo.

¿Qué alimentos son nuestros enemigos?

Los alimentos que tendremos que eliminar de nuestra despensa son aquellos que nos debilitan, nos roban la energía y no nos aportan nutrientes de calidad.

Los supervillanos de nuestra despensa, y que tendremos que eliminar paulatinamente son:

  • Los cuatro blancos del apocalipsis: azúcar, arroz, harina y sal marina.
  • Alimentos procesados: llenos de químicos y aditivos alimentarios, con grasas poco saludables.
  • Bebidas azucaradas: refrescos, zumos, que bajo su apariencia saludable están llenos de azúcares añadidos.

 

 

Los productos industriales no son alimentos. Contienen muchos más azúcares, sales, aditivos y grasas que CUALQUIER vegetal.

No tienen VALOR NUTRITIVO y destrozan el METABOLISMO.