Contemplo con estupor cómo el miedo se ha apoderado de la gente en cuanto al dichoso virus del COVID-19. Hemos inundado las calles de mascarillas, geles, guantes, distancias de separación, todo para prevenirnos de un virus que al parecer ha venido para quedarse. Desde los medios de comunicación se nos está recordando constantemente la existencia del “bicho”, las autoridades no paran de legislar hasta el punto que estamos vulnerando todas nuestras libertades, destrozando la economía de nuestras familias y empresas. Parece ser que nuestra única solución pasa por ponernos una mascarilla y esperar a que venga una vacuna y ya está. ¿De verdad no podemos hacer nada más?
Que el árbol no nos impida ver el bosque
Si queremos resolver un problema, lo tenemos que hacer desde todos los puntos de vista posibles, no sólo desde una parte. Nos hemos enfocado en la protección externa, pero nadie está poniendo el foco en la protección interna. En cómo protegernos desde dentro, promoviendo nuestra salud. Observemos estos datos:
- Se ha observado que la obesidad aumenta el riesgo de enfermedad grave y muerte por COVID, con lo que una gran solución sería perder peso y mejorar la salud en general a través de unos hábitos saludables y la práctica de un poco de ejercicio. Los casos leves de obesidad también pueden agravar el COVID-19.
- Las personas con obesidad leve tienen un riesgo 2,5 veces mayor de sufrir insuficiencia respiratoria y un riesgo cinco veces mayor de ingresar a una unidad de cuidados intensivos (UCI) en comparación con personas que no tienen obesidad.
- El estado inflamatorio causado por la obesidad podría causar un riesgo tres veces mayor de sufrir una embolia pulmonar (coágulos de sangre en los pulmones) en personas con obesidad y COVID-19.
- El 80 % de los pacientes que tuvieron formas graves de la infección por COVID-19, que precisaron intubación, ventilación mecánica en la UVI y/o fallecieron eran obesos, según un estudio elaborado por la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO).
- El mismo estudio señala que, prácticamente la mitad de los habitantes de España, sometidos varias semanas al confinamiento domiciliario, han experimentado un aumento de peso del 44,3%; y la mayoría de ellos suponen un rango de elevación entre 1 y 3 Kg.
¿Por qué estos datos no salen en los medios de comunicación a todas horas? No lo entiendo. Si una de las formas más importantes de protegernos del virus consiste en tener un peso normal y unos hábitos de vida saludables, ¿Por qué nadie está promoviendo la salud para combatir el virus?
Está sobradamente demostrado que el miedo baja el sistema inmunitario, entonces, ¿por qué tener miedo? Lo estamos haciendo todo al revés.
La buena noticia: quien tiene la información tiene el poder y el poder está en ti
Dada esta información, os puedo garantizar que no tengo miedo. De hecho, voy con mascarilla por la calle, para que no me multen y por respeto a las personas que sí que tienen miedo todavía.
Como nutricionista y prevencionista de la salud durante más de 20 años, conozco a muchas personas con sobrepeso, obesidad, diabetes, hipertensión, y no sé cuántas cosas y más, que toman 10 pastillas cada día y, sin embargo, me dicen que tienen miedo del virus, ¿en serio? ¿de verdad el virus es el mayor de tus problemas?
Me parece de insensatos decir que tienes miedo de un virus mientras sigues bebiendo, comiendo comida basura y sin hacer ningún tipo de ejercicio, eso sí que da miedo.
¿Vas a esperar con los brazos cruzados que venga el “bicho” o vas a empezar a cuidarte? El poder está en ti. No cedas tu poder a los demás, y por supuesto, deja de vivir con miedo.
